El Voto Electrónico y la Sociedad

Estamos en un punto crítico. En un momento decisivo. Sin embargo no hay a la vista factores que muestren que vaya a haber un cambio de rumbo. En el marco de la Reforma Política, el Voto Electrónico se va a implementar a nivel nacional. Eso fue reiteradas veces anunciado por mandatarios del poder ejecutivo. Pero hay un problema: el sistema no es seguro y genera un grave riesgo en la democracia por no poder asegurar el secreto del voto.

Este sistema fue implementado en Salta y luego en las elecciones de 2015 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Bajo la denominación de Boleta Única Electrónica fue “necesario” un cambio de nombre para poder eludir la ley y así no ser tratado en la legislatura Porteña más allá de la denominación en la patente del sistema en ese momento utilizado (Vot.Ar de la empresa MSA).

En el 2015 fue un año con masiva prensa del sistema, bajo la denominación de “campañas de capacitación” donde periodistas y conductores de programas de televisión daban lugar a la explicación de como utilizar este sistema “fácil y rápido” de elección. Incluso llegaron a ir autoridades asegurando que eran “simples impresoras sin memorias” cuando en realidad son computadoras de uso general con un sistema de impresión y un lectograbador RFID.

Pero así fue las elecciones se dieron y más allá de algunos problemas (allanamiento en la casa de una persona que reportó un bug a la empresa que desarrolló el sistema, renuncias en el TSJ-CABA, el problema del MultiVoto, la falta de auditoria en el sistema ARM, la necesidad de enviar los resultados provisorios en taxis, etc) lo cierto es que la gran cantidad de la población de CABA utilizó este sistema de Votación Electrónico, o más bien, como certeramente afirmó el periodista Ariel Torres el sistema de Votación Informático.

Pero… ¿que tan seguro es este sistema?
Lo cierto es que no, no es seguro. Por la simple razón de que teóricamente no es posible asegurar tanto la verificabilidad, la integridad y la privacidad al mismo tiempo en un sistema de votación. Pero aún así cuenta con errores inadmisibles como incumplimiento de los requisitos expresados en la propia normativa como que el sistema no debe poseer memoria (reglamentación Ley 4894, art. 24 inc p) y justamente el sistema tiene memoria por doquier (firmware, memoria RAM, subsistema ARM, chips RFID, DVDROM, etc).
Pero aún es un poco más grave el asunto, dado que el sistema utiliza chips RFID que esta sigla significa ni más ni menos que “Identificación por Radio Frecuencia” (a distancia), claro, también estos chips cuentan con un número de identificación único (por si no queda claro que se vota con boletas numeradas).

Más allá del aspecto técnico, hay un gran problema social. Donde basta con que alguien (políticos, gobiernos, periodistas o quién fuere) diga que el sistema es seguro sumado a un poco de marketing para que todos asienten y no se planteen siquiera si los que le dicen es lógico o no.
Una máquina sin memoria de las características del sistema de “Boleta Única Electrónica” no existe, simplemente porque cualquier persona que estudió informática (no ofimática como se suele hacer en las escuelas) sabrá que las computadoras para funcionar deben tener memoria así como cualquier lenguaje de programación tiene variables.
Votar con un sistema que cuenta con identificadores únicos en las boletas no sería aceptable en un sistema de votación tradicional (boleta partidaria) sin embargo en este caso no fue ni analizado ni cuestionado.

En conclusión votar con computadoras trae graves problemas dado que se incorpora un elemento complejo en un sistema electoral que su auditoría debe ser posible incluso para personas que no saben como funciona un elemento tan complicado como lo es una computadora.

Pero el problema no es técnico, como se mencionó antes es un problema social, donde las personas prefieren creer que ser escépticas. Prefieren asentar a todo lo que le digan personas en una pantalla de un programa televisivo, los diarios o la radio antes de reflexionar y analizar si lo que le dicen es realmente cierto. Y eso no es algo que se podrá cambiar de la noche a la mañana.

La solución tal vez sea utilizar un sistema de Boleta Única, pero no Electrónica sino en Papel, como se hace en gran parte del mundo (incluso en aquellos países donde se implementó un sistema de votación electrónico/informático y se descarto por los riesgos que generaban).

Esperemos que estas experiencia sirva para reflexionar más allá de este caso concreto, donde muchos fueron a votar de forma fácil, rápido y felices con estas máquinas que nos traen tecno-felicidad. Ojala aprendamos a reflexionar cada vez más sobre lo que nos traen como soluciones y en realidad son problemas.

«We don’t have a technology problem, we have a social problem» – Tim Berners-Lee en el marco del «Decentralized Web Summit»

Las próximas elecciones ¿cómo votaremos? ¿de quién depende este cambio de rumbo?

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