Existe un concepto extendido en el sentido que la Seguridad esta acotada a la protección contra los delitos contra la propiedad, no obstante la realidad nos indica que excede ampliamente este aspecto. Existen muchos otras situaciones en las cuales se requieren los servicios de profesionales en seguridad y no suele encajar en la típica percepción que se tienen de estos profesionales.
Un profesional en seguridad debe actuar, en la medida de lo posible, en las distintas circunstancias por las cuales puede suceder un hecho no deseado:
– en el antes: para reducir los riesgos, o en caso de que sucedan sean lo mínimo posible (prevención).
– en el durante: para tomar las decisiones correspondientes sobre el accionar a tomar.
– en el después: para investigar el hecho y en caso de ser posible encontrar a los responsables, o lograr obtener algún otro elemento de prueba (reacción). Y para determinar nuevas medidas de seguridad para que nuevos hechos similares no vuelvan a ocurrir.
Es como base fundamental la realización de un Estudio de Seguridad (en el cual se realiza un relevamiento del lugar y se determinan los mayores factores de riesgo) así como un Plan de Seguridad (en el que se diagrama las medidas a adoptar a partir de los resultados del Estudio de Seguridad). Cabe destacar que también se pueden elaborar protocolos de actuación como normas generales y particulares de seguridad.
El profesional en seguridad cumple un rol activo en los distintos procesos de una organización, pero se basa fundamentalmente en la protección de las personas y los bienes de la misma. La seguridad abarca desde la verificación del correcto estado del ingreso de mercadería, la protección de la información de la misma y un sinnúmero de tareas como la determinación de procedimientos ante distintas situaciones.
Mediante un profesional en seguridad uno puede mejorar las condiciones de desarrollo y proteger los activos, algo que sin duda genera un beneficio para cualquier organización.
Con la colaboración de GJM.
